The Divide
Xavier Gens ha demostrado que es capaz de lo peor y lo mejor, y mientras nos sorprendió a todos con un espectacular Frontiers, también nos decepcionó con la adaptación del juego Hitman, así que tocaba ver si The Divide sería la redención del francés. Mi veredicto es que se queda a medias.
Un atentado en New York hace que un grupo de personas se atrincheren en un refugio que hay en el edificio donde están. Debido a la radiación decidirán quedarse juntos en este claustrofobico ambiente, donde saltarán los verdaderos instintos de cada persona.
El planteamiento a priori de la película es muy interesante, pero en poco tiempo el ritmo se va ralentizando y atascándose en temas que no tienen demasiado interés, como las relaciones de los personajes en su fase inicial. Por suerte, en el último tercio de la película, mejora bastante y pasamos a ver los verdaderos instintos que se esconden en las personas.
La elección de actores creo que es bastante acertada, y destacan sobre todo un Michael Biehn que está enorme, Michael Eklund y Milo Ventimiglia como los desquiciados y Rosanna Arquette como la victima sumisa. Sin duda el mayor acierto de Xavier Gens para esta película.
Pero los actores no son lo único destacable de la película, y es que el maquillaje es un punto importantísimo, haciéndonos ver como afecta la radiación a los personajes y la degradación de los protagonistas en el poco tiempo que transcurre la película.
El guión, como comentaba antes, flojea en demasiados momentos y peca de tener demasiadas escenas carentes de interes, con lo que es fácil que uno desconecte de la película con facilidad, pero en su parte final, la historia está mucho mejor llevada y consigue un ambiente enfermizo que nos deja entrever al mejor Gens.
The Divide es una película irregular, que por momentos te mantiene en tensión, pero en su mayoría aburre y en Sitges 2011, las impresiones generales no fuerón demaisado buenas.