Gazer es una película que nos invita a sumergirnos en un universo atmosférico y lleno de misterio. Su ritmo pausado, lejos de ser una debilidad, se convierte en una invitación a la introspección, permitiendo al espectador conectar profundamente con la protagonista y su mundo interior.

La película logra mantenernos cautivados en todo momento, a pesar de su desarrollo lento y reflexivo. La intriga se construye de manera gradual, alimentando nuestra curiosidad y manteniendo la tensión a lo largo de toda la trama. La protagonista, con sus problemas neurológicos, nos sumerge en un estado de constante incertidumbre, lo cual resulta fascinante.

Sin embargo, es en los momentos oníricos donde la película, a mi parecer, pierde algo de fuerza. Si bien estos momentos buscan enriquecer la experiencia visual y psicológica del espectador, en ocasiones resultan demasiado abstractos y desconectados de la trama principal. Estos desvíos, si bien son interesantes, pueden romper un poco la inmersión y distraer al espectador de la historia central.

Gazer es una película muy recomendable. Su atmósfera opresiva, su protagonista compleja y su ritmo pausado la convierten en una propuesta interesante. No obstante, los momentos oníricos, aunque bienintencionados, podrían haber sido más integrados en la narrativa principal.

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