Sitges 2018: Killing
Shinya Tsukamoto, llega al festival con una película de samurais y teniendo en cuenta que Tetsuo me parece terrible, las espectativas no eran demasiado altas. Por desgracia mi pronóstico de cumplió, y me pareció bastante aburrida y totalmente falta de ritmo, e incluso visualmente considero que esta bien, pero sin alardes.
Un samurai está ayudando a una familia durante la época de cosechas, y al finalizar su trabajo decide marcharse para unirse a otros samurais. En el pueblo conoce a un hombre que está reclutando gente para llevar a un shogun, pero al intentar salir del pueblo se encuentran otro grupo de samurais que no parecen tener buenas intenciones.
Tsukamoto Se marca un film sobrio, donde la acción está simplemente para los que quieren ver sangre en una película de samurais, donde la relaciones entre los personajes son estrafalarias y que en su conjunto me parece floja, que no mala.