Monster
La película japonesa “Monster”, dirigida por Hirokazu Kore-eda, deja una huella imborrable en la mente de los espectadores. Su estreno en el Festival de Cannes fue un acontecimiento esperado que no defraudó, y a través de una trama aparentemente sencilla, Kore-eda nos sumerge en un mundo de misterio, prejuicios y emociones crudas.
Saori (interpretada por la talentosa Sakura Ando) es una viuda que vive con su hijo Minato (Sōya Kurosawa). La vida de Minato da un giro inesperado cuando comienza a mostrar comportamientos extraños. Saori, preocupada, descubre que su hijo ha sido atacado físicamente por su profesor de escuela, el Sr. Hori (Eita Nagayama). Pero la verdad es más compleja de lo que parece.
Kore-eda juega magistralmente con la percepción del espectador. A través de tres perspectivas diferentes, nos sumerge en un laberinto de emociones y dilemas morales, y cada movimiento en la trama es un paso en falso cognitivo, donde nuestras opiniones cambian constantemente. El director nos desafía a cuestionar nuestros prejuicios y a ver más allá de lo evidente.
Las actuaciones son un punto fuerte de Monster, y los jóvenes actores, Sōya Kurosawa y Hinata Hiiragi, brillan en sus roles. Kore-eda se enfoca en detalles reveladores: un nuevo corte de pelo, una cicatriz en la oreja, una pregunta inquietante… y cada gesto y palabra nos lleva más profundo en la psicología de los personajes.
El título de la película cobra sentido a medida que descubrimos los secretos de Minato y su amigo Yori (interpretado por Hinata Hiiragi). ¿Quién es el verdadero monstruo? ¿Qué lleva a las personas a cometer actos inesperados? Kore-eda no ofrece respuestas, pero nos invita a reflexionar sobre la complejidad de la naturaleza humana.
Monster es una película que se queda contigo mucho después de acabar de verla. Su intrincada narrativa, las actuaciones conmovedoras y la habilidad de Kore-eda para desafiar nuestras expectativas hacen de esta película una joya cinematográfica. No es solo una historia sobre un niño problemático; es un espejo que refleja nuestras propias contradicciones y luchas internas.