Segundo día del Festival de Sitges y lo estrenamos a las ocho de la mañana con el nuevo trabajo de Carlos Vermut, Manticora, que podría haber sido duro por las horas y su ritmo, y para nada, me ha parecido maravillosa.

Manticora cuenta la historia de Julian, un exitoso diseñador de videojuegos torturado por un oscuro secreto. Cuando Diana aparezca en su vida, Julian comenzará a ver una oportunidad de ser feliz.

La película es lenta, muy lenta, pero no creo que juegue en su contra, sino que esas escenas más contemplativas tienen sus propios diálogos visuales, y sirven para seguir construyendo los personajes.

La trama toca un tema delicado, y lo aborda de una manera que me parece muy coherente, pero que puede no gustar a todo el mundo, aunque creo que serán los menos los que no conecten con la historia.

Después de Quien Te Cantará, que Nara mi fue un bache en su estupenda carrera, Manticora llega para seguir teniendo a Carlos Vermut en el Olimpio de los directores.

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