Infierno Bajo El Agua
El survival horror estuvo de moda hace unos años, cuando no dejaban de aparecer películas con su criatura preparada para perseguir al protagonista de turno, pero la cartelera se saturó y como todas las modas acabó pasando sin dejar rastro del genero durante bastante tiempo, o al menos nada reseñable. Para solucionar esto ha llegado Alexander Aja, icónico director de cine de terror francés, producido por Sam Raimi, icónico en si mismo, con una película que tiene todos los ingredientes para ser disfrutada este verano.
Precedida por un divertido speech de Angel Sala, sobre el cine de terror francés, nos encontramos con la historia de una nadadora frustrada por la separación de sus padres que se ve atrapada en una inundación provocada por un huracán, y acechada por un enorme caimán. Si esta premisa no te da ganas de levantarte e irte a pasar una angustiosa a la par que entretenida hora y media, quizás esta película no es para ti, pero a poco que disfrutes del cine de catástrofes y criaturas acechando a humanos, esto va a ser un divertimento de primera.
La película padece los problemas de todos los clásicos del survival horror y es básicamente el de los momentos en los que los protagonistas intentan redimirse y arreglar esas desavenencias que les han separado durante tanto tiempo, ya que siempre queda extraño imaginar a dos personas poniéndose tiernas mientras un caimán de cinco metros está dando vueltas a tu alrededor, pero es simplemente un punto que hay que aceptar, que forma parte de las reglas del juego, para intentar explicarnos alguna situación futura que guardará relación.
El otro problema que he visto tampoco ha sido nada demasiado molesto, pero cuando aparece el caimán fuera del agua, el CGI se nota demasiado y creo que podrían haberlo evitado para no tener una escena que parece de una producción bastante inferior a esta. En el resto de la película, una vez bajo el agua, todos los efectos son muchos mejores y encajan más con el producto que esperas.
La proyección a la que asistí yo fue en el Phenomena Experience, y como siempre todo fue perfecto, con una imagen espectacular y un sonido que ayudaba a estar tenso durante toda la película, pero a pesar del disfrute que da verla en unas condiciones tan buenas, también vería como opción ideal para esta película, el estreno en cines de verano, ya que por el tipo de película se da mucho a este tipo de salas y audiencia.
Una divertidísima película, aunque sea hora y media de sufrimiento, para pasar este caluroso verano y recuperar ese genero que tantas alegrías nos ha dado.
Alexandre Aja me ha decepcionado bastante en sus últimas películas, así que me alegra leer que aquí sí que ha conseguido clavarla. Ganas de verla.
Por lo que escribes tiene buena pinta, pero creo que no le volveré a dar una oportunidad a Aja, demasiadas decepciones