Fish Tank
Michael Fassbender es un actor en alza, tras su participación en X-Men First Class y el éxito de crítica con Shame, y gracias a este nuevo estatus del actor, he llegado a Fish Tank, una película inglesa de 2009 dirigida por Andrea Arnold.
Mia vive en un barrio marginal, con una madre alcohólica y una hermana que ha abandonado demasiado rápido la infancia. Su sueño es ser bailarina de hip hop y es lo único que motiva su día a día, hasta que aparece Connor, el nuevo novio de su madre, que intentará ver más allá de su mal humor y sus malas contestaciones, y que la motivará a seguir adelante con sus sueños.
Fish Tank es una película de ritmo muy pausado, que junto a sus tonos tenues dan esa buscada sensación de amargura que vive constantemente Mia, pero por lento que sea el ritmo, todo lo que sucede en pantalla es interesante y la historia atrae de principio a fin, aunque todo lo que estemos viendo sea previsible.
Uno de los grandes atractivos de la película es ver en acción a Michael Fassbender, uno de los actores de moda. Fassbender está soberbio y construye a través de Connor un personaje totalmente creíble, y junto a Katie Jarvis en el papel de Mia, se convierten en una de las partes fundamentales de esta cinta.
El ritmo de la película es un arma de doble filo, ya que consigue meternos en la historia con una tónica bastante lineal que le confiere cierto aire de realismo, pero por otro lado, esta falta de momentos de mayor intensidad, puede llegar a aburrir en algún momento si no te ha enganchado del todo la historia.
A mi personalmente me sorprendido gratamente esta Fish Tank y a pesar de disfrutar de toda la película, es su tramo final el que hace que quede una mejor sensación general y que deje una huella más profunda, con un giro que siendo previsible, está muy bien llevado y sirve de desenlace perfecto para esta pequeña fotografía de la vida de Mia.