Diamond Flash
Aunque suene a tópico, hay algunas películas que te encantan o las odias. El ejemplo más cercano lo tenemos con El Árbol de la Vida, una película que algunos tachan de obra maestra, pero que si no conectas con ella, como me pasó a mí, no conseguirás acabarla. Con Diamond Flash pasa algo parecido, si conectas con lo que está sucediendo en pantalla, podrás disfrutar de unas historias oscuras y fascinantes, pero si su ritmo, o sus formas con pocos recursos, no te dejan disfrutar de ella, difícilmente aguantarás sus dos horas de duración.
Una mujer a la que le han secuestrado su hija y de la que no tienen ninguna foto actual, dos mujeres en una casa abandonada, y una victima de maltratos, son las protagonistas de esta historia de la que es mejor conocer poco.
Carlos Vermut, autor del cómic Psico Soda, ya demostró que podía ofrecer ideas interesantes al cine con su corto Maquetas, y con su trabajo para Carton Network diseñando el personaje Jelly Jam, consiguió el dinero necesario para grabar esta película. 20.000 euros parece que fueron lo necesario, eso y muchas ganas. El resultado no podía ser mejor y nos ofrece unas historias intensas, con buenas interpretaciones y una ambientación sencilla pero efectiva.
No vamos a decir que los actores son fantásticos, pero si que tienen una interpretación correcta y no desmerece en ningún momento la película. Podríamos destacar el pequeño papel del humorista Miguel Noguera, que parece interpretar al alter ego del director y parece estar empezando con fuerza en el mundo del cine, ya que ha aparecido en dos de las películas españolas mas interesantes de este año.
No os voy a decir que Diamond Flash os va a encantar, porque eso dependerá de como conectéis con la película, pero a los que os guste, seguro que os dejará dándole vueltas un par de días. Un claro ejemplo de que e buen cine no está reñido con los bajos presupuestos, y a veces una buena historia es lo más importante, sin desmerecer ni mucho menos el resto de apartados de la película.
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