Confessions
Director: Tetsuya Nakashima
Guionista: Kanae Minato
Reparto:
Takako Matsu – Yuko Moriguchi
Yoshino Kimura – Yuko Shimomura (Naoki’s mother)
Masaki Okada – Yoshiteru Terada
Yukito Nishii – Shuya Watanabe
Kaoru Fujiwara – Naoki Shimomura
Ai Hashimoto – Mizuki Kitahara
Hirofumi Arai – Shuya’s Father
El director Tetsuya Nakashima presentó en Sitges la que sin duda fue una de las películas más impactantes del festival, con permiso de A Serbian Film, aunque lo llamativo en esta ocasión no está en las duras imágenes, sino en la historia que se cuenta, algo que en realidad, tiene más mérito, al menos para mí.
La película empieza desde el minuto uno con una declaración de intenciones. Una profesora se despide de sus alumnos, y en mitad de su charla, mientras todos están alborotados e ignorándola, ella informa que es consciente de que la muerte de su hija que presuntamente había sufrido un accidente, ha sido en realidad un asesinato, y que los culpables son dos alumnos de esa clase. El estupor es visible en la cara de los alumnos, y esta declaración desencadenará una serie de confesiones que irán componiendo el puzzle.
La obra tiene un ritmo complicado, con escenas lentas y discursos con voz en off que pueden echar atrás a mas de uno, pero todo esto sirve para componer esta gran obra que puede alardear de todos su componentes, tanto actorales, como estilísticos, para narrar una estupenda historia que deja con la boca abierta.
Aunque la película estaba seleccionada por Japón para que les representase en la ceremonia de los Oscar, finalmente no consiguió acceder a la fase final y la academia perdió la oportunidad de premiar la que para mí es una de las mejore películas del 2010. Pero tampoco es algo que sorprenda, y lo podemos amontonar en la lista de injusticias que se cometen cada año en el mundo del cine.
Si tenéis oportunidad, no dejéis pasar la ocasión de ver Confessions, una película que requiere de una atención especial del espectador, pero que compensa con creces.