Carré Blanc
El director Jan-Baptiste Léonetti comento en el festival de Sitges, antes de la proyección, que Carré Blanc era una película con un comienzo dificil, pero que en cuanto entrabas en su juego era altamente disfrutable. Siempre que un director dice estas palabras, te esperas lo peor, pero nada más lejos de la realidad, y desde el principio, Carré Blanc me mantuvo enganchado a la butaca.
En un mundo al más puro estilo 1984, Philippe vive con su madre, y tras la muerte de su madre, entra en una academia donde le enseñaran a ser despiadado e insensible a imagen y semejanza del mundo en el que viven. Veinte años despues, Philippe es un alto cargo que tiene una vida normal junto a su mujer, pero ella no está dispuesta a continuar con esta vida impersonal.
No hay duda de que Carré Blanc es una película de ritmo pausado, pero aprovecha estos momentos de ritmo lento para que podamos disfrutar de los pequeños detalles que nos va dando el director, a reflexionar sobre lo que estamos viendo y a sumergirnos en este extraño mundo que tantas veces hemos visto reflejado en el cine.
Carré Blanc es el debut cinematográfico de Jean-Baptiste Léonetti, y sin duda es un gran comienzo para su carrera, demostrando muy buenas maneras a la hora de contar una historia que ya está muy trillada, de manera que puedas disfrutarla como si fuese algo realmente original. Quizás sea su personaje protagonista (que podría ser perfectamente un doble de Obama), con una gran interpretación, o el guión, que llena los lentos momentos con pinceladas de humor negro realmente delirantes, pero sin duda Carré Blanc consigue convencer.
El dilema de ser una oveja más en el rebaño, o tirarlo todo por la borda para ser libre es la base de 1984, pero Carré Blanc consigue hacer esta historia suya y crear una gran empatía con sus personajes protagonistas, algo que parece difícil ya que son personajes tremendamente grises, y sólo una situación excepcional hace que salgan de sus monótonas vidas.
Una película que sin ser realmente nada especial, consigue llamar la atención del espectador y ofrecer un producto alejado del circuito comercial, pero con algo diferente que ofrecer.
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