Sitges 2024: El baño del diablo
El Baño del Diablo no es una película sencilla, ya que no es ni trepidante, ni visualmente llamativa, pero eso no quiere decir que no te mantenga pegado a la butaca ni que visualmente no sea muy buena, simplemente es que no todo el mundo va a disfrutarla, me atrevería a decir que una minoría.
Austria, siglo XVIII. Agnes se casa con su amado y se prepara cándidamente para una vida de esposa. Poco después, su cabeza y su corazón empiezan a sentirse pesados. Día tras día, se ve cada vez más atrapada en un camino turbio y solitario que la conduce a malos pensamientos. Quizá no sólo pensamientos…
Las actuaciones son media película, porque son lo que consigue que te creas lo que estás viendo, que sufras por lo que están contando y que disfrutes por el como te lo están contando. El resto solo ayuda a mejoras la experiencia, con una historia muy bien contada, y una fotografía que nos retrotrae a The Witch.
Otra buena película que más que probablemente tendrá un triste recorrido por salas. Por suerte tenemos los festivales para poder disfrutar de estas obras en pantalla grande.