Sitges 2021: Rose, A Love Story
A veces te enfrentas a una película con un poco de escepticismo, por la temática o el poco ruido que ha hecho, y esto es lo que me pasó con Rose, una historia de vampiros atípica y minimalista que demuestra que donde hay que invertir más recursos es en la manera de contar de la historia.
La historia de una joven pareja que vive sola en el bosque, que debe lidiar con una enfermedad que altera la vida y que se manifiesta de manera violenta y aterradora. La enfermedad de Rose es una sed de sangre vampírica y parasitaria. A medida que su hambre crece, toda la humanidad parece ceder el paso a una violencia salvaje que la perjudica tanto a ella como a quienes la rodean. Su relación amorosa se tensa bajo el peso de la enfermedad de Rose, y es solo cuestión de tiempo hasta que la vida aislada que han construido se trastorne por completo.
No es que Rose sea un derroche de originalidad, y aunque se aleje de la típica historia de vampiros modernos, se aleja de efectismos y cliches para contar una historia intimista, con una gran ambientación y tres personajes que se sobran para meternos en la película y sufrir con lo que sucede. Sin ser una película espectacular, si que me ha parecido bastante recomendable y sin duda aparecerá entre mi lista de sorpresas de este Sitges 2021.