La Perfección
Netflix nos tiene acostumbrados a unas obras bastante irregulares y es una alegría cuando te encuentras con una apuesta tan diferente como es La Perfección. En esta ocasión, Netflix se arriesga con una cinta que se mueve entre la comedia y el gore con escenas llenas de mala leche y una historia sorprendente.
Una antigua violochelista vuelve a entrar en el mundillo de la música tras la muerte de su madre, y en este regreso coincidirá con la chica que llenó el hueco cuando se retiró para cuidar de su madre. En seguida entablarán una buena relación y se irán juntas de viaje por China, pero el viaje les llevará a una situación límite.
Richard Shepard tiene una interesante carrera dirigiendo series pero nada realmente serio que se pueda comparar a esta película, y tras coincidir en Girls, vuelve a juntarse con Allison Williams para este papel, que seguramente sea lo mejor que ha hecho la actriz hasta la fecha.
Me gusta que una película con una trama tan koreana, haya llegado a una plataforma tan comercial como Netflix e incluso haya tenido una repercusión importante para un título de este tipo, pero sin duda lo merece, ya que consigue ser interesante en todo su metraje sin hacer ningún tipo de concesión, al espíritu que destila la trama.
Una película muy bien pensada, con un buen casting y un director que ha sabido lidiar a la perfección, nunca mejor dicho, con este loco guión.