Sitges 2015: Summer Camp
Alberto Marini llega con el apoyo de Jaume Balagueró para presentar una película de infectados con un ritmo trepidante y bastante humor.
Un grupo de jóvenes americanos están preparando un campamento de verano para niños cuando un extraño virus alenaza al grupo.
La premisa de Summer Camp ya me daba la sensación de que íbamos a ver una película divertida, pero las expectativas son superadas por una película que no da ni un minuto de descanso con violencia muy gamberra, y un humor negro muy acertado. De lo mejor del festival hasta ahora.