Sitges 2014: Tusk
A pesar de las declaraciones de que Red State iba a ser la última película de Kevin Smith, el director vuelve al cine para deleite de sus fans (entre los que me encuentro) con una historia divertida, macabra y rozando el esperpento.
Una estrella del podcast viaja a Canadá para entrevistar a un chico que se ha hecho famoso gracias/por culpa de Youtube, pero esa entrevista no se puede realizar, así que busca una alternativa y en el lavabo de un bar encuentra un extraño anuncio que el considera podría ser una gran historia para su programa, así que se decide a visitar al anunciante. Todo a partir de aquí se transformará en una pesadilla.
Tusk no va a ser una película a gusto de todos, de hecho aún estoy intentando decidir que me ha parecido a mi. Espero poder aclararme también yo mismo mientras escribo esta critica.
Los actores suelen ser un punto muy importante en las películas de Smith, y en esta ocasión el acierto es total. Justin Long y Michael Parks están fantásticos, el primero en su posición de comentarista sarcástico y a menudo desagradable y el segundo en el papel de siniestro anfitrión con una extraña fijación oculta. Los secundarios también cumplen, sobre todo un irreconocible Johnny Depp que está muy divertido en su papel de policía.
La primera parte de la película se decanta por completo por el humor y para mi contiene los mejores momentos de la película, con enormes chistes sobre los canadienses y todos los temas que toca, pero en su segunda parte todo se transforma en una macabra y bizarra historia de terror que podría compararse conceptualmente con The Human Centipede. Y es en esta segunda parte donde tengo mis dudas de que la película funcione. Sigue teniendo buenos momentos de humor negro y momentos desagradables por la situación que tiene que pasar el protagonista, pero quizás me parece tan absolutamente irreal lo que sucede que no me acabo de situar si estoy ante una broma pesada o un intento de película de terror de serie Z.
Teniendo en cuenta que la idea de la película surgió con un falso anuncio que leyó Kevin Smith en su podcast sobre un hombre que buscaba a un compañero de piso al que alojaría gratis si se vestía de morsa, podéis imaginaros que la cosa tiene que ser un absoluto desvarío.
Yo recomendaría que la gente la viese, porque sin duda es una película muy original y como mínimo, la primera parte os encantará y después de haber escrito todo esto y haber estado pensando un poco más detenidamente sobre ella, creo que acepto su segunda parte como humor negrísimo y desagradable, pero en el fondo bien llevado y con momentos totalmente delirantes. Os acabe gustando o no, imprescindible verla.